Viaje al pasado con Troker
Cultura • 13 Noviembre 2011 - 1:03pm — Luis Addams
Música, efectos, fuerza y humor fue la combinación que la banda de jazz vinyl tapatía impregnó al filme El automóvil gris.
Guadalajara • Con un teatro Degollado a su máxima capacidad, este sábado 12 de noviembre, Tiburón Santillanes en el saxofón, Samo González en el contrabajo, Gil Cervantes en la trompeta, Frankie Mares en la batería, Christian Jiménez al piano, y DJ Rayo en las tornamesas, dieron vida auditiva al clásico filme mexicano silente El automóvil gris.
A las 20:40 las luces se apagaron y de una puerta a la izquierda del teatro salieron los integrantes y tomaron sus lugares en la fosa, la luz se encendió sólo unos instantes para que Gil agradeciera a los asistentes. El automóvil gris es una película basada en hechos reales que fue dirigida por Enrique Rosas, Joaquín Coss y Juan Canals de Homms, realizada originalmente como una serie de doce episodios y estrenada el 11 de diciembre de 1919.
Una banda de ladrones aterroriza a la alta sociedad de la ciudad de México en 1915, haciéndose pasar por policías y agentes del orden; hay asesinatos, robos y secuestros, mientras un detective les sigue la huella. En 1933 fue sonorizada y montada por su editor original, Miguel Vigueras, para convertirla en largometraje, aunque durante este proceso se perdieron varias partes originales.
La cinta nos presenta escenas violentas, momentos impactantes que contrastan con el movimiento que provocan los cuadros por segundo del formato en que fue filmada, así como las caracterizaciones y maquillaje de los personajes.
Troker le dio un toque anacrónico en algunas partes al filme, y algunos momentos más impactantes los aderezó con música más festiva. Y a otras escenas claves, como en la que una mujer se ve abatida por la incertidumbre, la agrupación la acentuó con intensidad y potencia.
También usaron efectos como el golpeteo sobre una puerta y el galopar de un caballo, que provocaron algo de risa en los espectadores.
La batería acentuaba los disparos, mientras una banda de pueblo se escuchaba en las escenas del zócalo del lugar. La gente estuvo atenta todo el tiempo, la combinación fue interesante y el resultado muy satisfactorio, según se percibió en los rostros y aplausos de los asistentes. Dos horas después, 20 minutos antes de las 23:00, terminó la función. Tiburón le dedicó la función a su padre y recordó haberlo visto tocar en el Degollado cuando era un niño. Comentó que les tomó seis meses la realización de esta musicalización, y finalmente le pidieron a la audiencia que se pusiera de pie para tomarles una foto y subirla a sus redes sociales. Habrá que verla en su muro.
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