Domingo, noche de verbena popular

El regreso de una tradición

Hugo Ávila Gómez

Puesto de tacos dorados. Foto: Rigoberto Arias Cervantes

Teul de González Ortega, Zac., 3 de junio de 2012.- A las ocho de la noche todo está listo. Cada puesto está dispuesto con mesas, sillas, platos, servilletas. Donde se requiere quemador, éste ya está conectado al gas. Es domingo 3 de junio y el corazón de la Plaza de Arriba o Jardín Principal está alegrado de puestos. Empieza a oler a aceite quemado, a enchiladas y a masa sancochándose en el comal. En los discos calientes de metal, las mujeres hacendosas del Teul preparan tacos dorados, flautas, gorditas de arriero. En otros puestos hay tamales, atoles, agua de horchata.

Del kiosko salen las notas con música grabada. Esto se empieza a ambientar. La gente va llegando. Se acerca. Pregunta. Empiezan a ocupar las sillas de cada puesto. ¿Qué les vamos a servir? ¿Quiere un cafecito de olla? ¿Una michelada? ¿Un cantarito con mezcal añejo, mezcal Don Aurelio, uno de los mejores que se producen en México? Allá adelante está la birria, puede pedirla en tacos o en plato. Birria auténtica de borrego.

En las bancas que rodean el cuadro de la Plaza las familias se reúnen.y conversan. Observan la kermesse. Amá, cómprame una paleta. Grupos de muchachos se instalan a media calle, frente al kiosko. Otros permanecen en los corredores de la Plaza. Todo mundo bien bañado. Olor a perfume. A ganas de salir de la rutina.

Puesto de gorditas de arriero. Foto: Rigoberto Arias Cervantes

Domingo de kermesse. También hay empanadas, duros preparados, gorditas de horno. A las nueve y media comienza a tocar La Eskandaloza. Con la música en vivo la gente se anima mejor a salir de su casa. Los domingos en el Teul ya son de convivencia, de kermesse y de bullicio. Algunas parejas bailan. Muchos nomás miran y platican. El vocalista de la Banda anunciaba que la verbena era a beneficio de la Prepa. Hubo necesidad de tomar el micrófono y el cronista del Teul, Ezequiel Ávila Curiel, informó que la Prepa sólo participa, igual que el resto de las señoras que tienen un puesto; igual que los músicos que tocan para amenizar la noche. Comentó que la fiesta es del pueblo. La verbena se organiza para inspirarnos a acudir a la Plaza, para platicar, para encontrarnos, para cenar, para darle vida a las noches de los domingos. Que así era antes y así debe ser ahora.

Algunos preguntan que por qué no se han anunciado las kermesses. No están todos los que deberían de estar. Faltó promoción. Como siempre, en la Presidencia no tuvieron listo el perifoneo y todavía son muchas las personas que ignoran que los domingos teulenses son para salir, para oír música en vivo de alguna banda o conjunto de música local. Luego de cenar y al momento de despedirse, el señor cura ofrece invitar a la gente en las misas del domingo.

Banda la Eskandaloza. Foto: Rigoberto Arias Cervantes

El Sindicato de Filarmónicos y cada banda o conjunto musical del Teul están cooperando con su comunidad para alternar cada domingo con un grupo distinto, gratuitamente, por el puro deseo de alegrar las noches del Teul. La noche del domingo también es para dejar la tele y el facebook. Este día es para conversar, para saludar a los paisanos que asisten a la plaza y para cenar comida mexicana.

A las diez y cuarto acaba la música. Los músicos de La Eskandaloza bajan a cenar. Algunos piden micheladas. Un poco después la gente empieza a retirarse. Es noche de luna llena. La verbena popular y la luna redonda iluminan nuestro pueblo. Todo es diáfano, sencillo, limpio y luminoso. Todo es motivo de gozo: la kermesse, la convivencia, la reunión de la población en el Jardín Principal, la conversación, la resurrección de los puestos de comida mexicana, la generosidad de las señoras que con su trabajo reviven la costumbre de cenar en la Plaza, la generosidad de los músicos teulenses. Qué bueno que estamos de fiesta cada domingo. La alegría sencilla visita nuestro pueblo.

El canto monótono de los grillos nos recuerda que la vida sigue su marcha, mientras las personas recuperan las energías gastadas en el trabajo del día. Los grillos velan los sueños teulenses. Y soñamos que el Teul recupera la vitalidad y el empuje del pasado. Y soñamos que no es tan difícil, porque sólo se necesita buena voluntad.

Y así fue la cuarta verbena popular que realizamos en el transcurso del último mes. Así nacen las tradiciones. Así regresan las tradiciones. El Teul empieza a despertar.