Medio de comunicación que tiene el propósito de promover el patrimonio cultural del Teul de González Ortega, Zacatecas
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jueves, 31 de julio de 2014
Nota informativa sobre los inconvenientes para abrir la Zona Arqueológica del Cerro del Teul
miércoles, 30 de julio de 2014
Música de la Revolución Mexicana en los Festejos del Hijo Ausente en el Teul
9º Concierto del Taller de Canto Luna Teulense
Este martes 29 de julio, como parte del programa de eventos culturales del Día del Hijo Ausente, se realizó el 9º Concierto del Taller de Canto Luna Teulense. Fue un programa dedicado a la Toma de Zacatecas, a propósito del Centenario de este importante hecho histórico.
17 intervenciones artísticas. Corridos de la Revolución Mexicana, canciones rancheras de principios del siglo XX. Los participantes en el taller de canto fueron acompañados por el mariachi Gallos Reales, de Tlaltenango, Zacatecas.
El pueblo del Teul y los hijos ausentes de visita, disfrutaron de las interpretaciones de Eric Yovany González, que cantó El pesuñas de oro. María Guadalupe de León González interpretó El Corrido del Teul. Gustavo Robles Mayorga, La tumba abandonada. Irma de León González, La rielera. Lisandro Márquez Cortés, Mi amigo el tordillo. Rosa Correa Robles, La chamuscada. José Candelario Casilla Sánchez, párroco del Teul, cantó el corrido de La Toma de Zacatecas. María Guadalupe Lizardi Arellano, La Adelita. César Ulisses Márquez Cortés, Estoy presente general. Silvia Carrillo Sandoval, La Valentina. Jorge Robles Mayorga, El adiós del soldado. Lucía Rivas García, Juana Gallo.
José Manuel Macías interpretó El corrido de Durango. Marsela Cervantes Correa, La Tequilera. Pedro Ávila Curiel, dedicó a Crispín Cervantes, la canción que narra el final del soldado cristero, que cayó prisionero de sus enemigos: El martes me fusilan.
La revelación de la noche fueron Elvia González Villegas y Diana Tovar Rodríguez. Las dos se presentaron por primera vez. Elvia, acompañada del maestro Juan Carlos Luna, cantó Amor de los dos. Diana interpretó La soldadera. Ambas se plantaron en el escenario bien entonadas, con brío, sintiendo la canción. Gratas sorpresas.
Los anteriores conciertos fueron con música grabada. Ahora con mariachi en vivo, el público tuvo un concierto más vivo, con las emociones que despierta la música mexicana del mariachi. Y la gente lo valora. "De todos, este es el concierto que más me ha gustado", comentó al final del espectáculo, el señor José Tovar.
Todos los integrantes del Taller de Canto son aficionados. Llevan alrededor de un año estudiando. Algunos han mostrado avances. Pero en general se muestra cierto conformismo. Quizás los alumnos, junto con su profesor, puedan comentar lo que necesitan para crecer en su aprendizaje y salir del estancamiento en que algunos se están quedando. Al público le agrada ver progresos. Y ese pudiera ser un fruto en cada concierto, que haya ciertos avances.
Hugo Ávila Gómez
viernes, 18 de julio de 2014
Dos proyectos, dos caminos (Parte II y última)
Este
es el problema. Hay dos Méxicos frente a frente. Guillermo Bonfil
Batalla denominó "México profundo" a los pueblos que viven los valores
de la solidaridad, que se cuidan unos a otros, que procuran juntos
resolver las necesidades generales, que respetan la memoria colectiva y
se atienen a la savia que brota de las raíces comunitarias.
El
México profundo cree que la vida es mejor si todos nos ayudamos, nos
contentamos con lo suficiente y ponemos todo nuestro empeño en conservar
vivos los valores y principios que distinguen a cada comunidad, porque
de eso depende la confianza de ser parte de un grupo de personas que dan
la amistad y el servicio que logra la felicidad de cada quien y de
todos.
En
cambio, el otro México, el "imaginario", es el de los ranchos, pueblos y
ciudades que se han separado de las costumbres que antes dieron vida a
sus antepasados y han abrazado modos de vida egoístas, envidiosos y
contaminados por la avaricia.
Al México imaginario lo ha deslumbrado el cuento de que todos podemos ser ricos y felices si competimos con los demás y vemos a la naturaleza como un objeto inerte, que produce riqueza. Para quienes viven en el México imaginario, la felicidad está en tener cosas, lograr la fama y adaptarse a la sociedad capitalista que premia la astucia personal y castiga el empeño sincero de buscar el bien de todos.
Al México imaginario lo ha deslumbrado el cuento de que todos podemos ser ricos y felices si competimos con los demás y vemos a la naturaleza como un objeto inerte, que produce riqueza. Para quienes viven en el México imaginario, la felicidad está en tener cosas, lograr la fama y adaptarse a la sociedad capitalista que premia la astucia personal y castiga el empeño sincero de buscar el bien de todos.
Un
deber de la actual generación de teulenses y de mexicanos es meditar en
cuál de los dos Méxicos estamos viviendo y descubrir las consecuencias
que eso implica para la vida personal, familiar, social, ambiental y
política.
Los
problemas actuales y el porvenir que nos espera son dos buenas razones
para dejar nuestra indiferencia y dar paso a actitudes de
responsabilidad, cuidado y compromiso.
A
fin de cuentas, sólo tenemos dos alternativas: o desenterramos el
México profundo, el pueblo donde se viven los valores comunitarios o
continuamos con el México y el Teul imaginarios, que nos hacen creer que
vamos rumbo al progreso si seguimos criterios y comportamientos que
poco tienen de humanos.
El
primer camino, el del México profundo, está abierto al autovalimiento,
al cuidado fraterno, a las decisiones responsables y a la autonomía de
crear el propio destino.
El
segundo camino, el del México imaginario, nos mete en el callejón
oscuro de la dependencia, la manipulación del poder, el abandono del
bien común y la desproporción suicida.
Hugo Ávila Gómez
Etiquetas:
Cultura,
Sociedad,
Teúl de González Ortega
Dos proyectos, dos caminos. Parte I
No puede vivir feliz quien solamente mira a sí mismo,
quien todo lo refiere a su utilidad;
es necesario que vivas para otro, si quieres vivir para ti mismo.
Séneca
Cartas a Lucilio
XLVIII. De los deberes de la amistad y de los del filósofo
Hugo Ávila Gómez
Antes
de la llegada de los españoles, los antiguos mexicanos que habitaban
estas tierras vivían regidos por la costumbre, nacida de la experiencia
que había permitido llegar a acuerdos básicos que garantizaban la
subsistencia de todos, incluidos los pobres; además de que el grupo
social formaba la identidad de las personas que se sentían profundamente
unidas a su comunidad.
Cierto
que no eran sociedades con abundancia de bienes materiales, ya que para
ellas sólo bastaba cubrir las necesidades fundamentales de comida,
vestido, habitación, recreación, respeto a lo sagrado y pertenencia a
una comunidad a través de la tradición y distintos ritos comunitarios.
No ocupaban más. Sabían perfectamente hasta dónde era suficiente. Todo
esto quedaba establecido en un sistema legal de carácter oral, que
establecía lazos de deberes y obligaciones mutuas. Todo mundo estaba
comprometido con el bien general de la comunidad.
El
desorden empezó cuando llegaron los españoles conquistadores. Ellos
venían en plan de dominio. Por eso destruyeron buena parte de la cultura
y las costumbres indígenas. Una nueva manera de vivir se implantó por
la fuerza. Quienes antes eran libres y sólo dependían de la costumbre
comunitaria, ahora fueron obligados a trabajar para otros y dependían,
en ocasiones, de un raquítico salario. Si antes la comunidad se ocupaba
de ver por la subsistencia de todos, el régimen español mandó al
desamparo a las viudas, huérfanos, enfermos, ancianos. Los indios fueron
obligados a renunciar a las raíces que les daban identidad, para
adaptarse a modos extraños de ser y vivir.
La
independencia de México sirvió para cambiar de patrón. En los siglos
XIX y XX fueron los criollos y mestizos ambiciosos quienes tuvieron el
control de la sociedad, regidos por una nueva ideología: el liberalismo,
que enseña que cada quien debe rascarse con sus propias uñas y promete
un futuro de prosperidad (que nunca llega) a todos lo que se adapten a
una sociedad laica, republicana, desigual, injusta y corrupta.
Trescientos
años de dominio español y doscientos de liberalismo han servido para
ocultar al Teul mexicano, sostenido por la memoria, los deberes
recíprocos, la cortesía de cuidarse unos a otros, la comunidad, la
tradición fincada en el corazón del pueblo y la relación amorosa con la
tierra.
Tres siglos de colonia, dos de estado republicano y treinta años de neoliberalismo han conseguido que la gente haya perdido confianza en sus propias capacidades y espere soluciones venidas de fuera. 500 años de historia colonial y de dependencia han logrado forjar un ambiente individualista, que sofoca los vínculos humanos de ayuda mutua y que ha creado una clase política que sólo piensa en su interés personal y de grupo. 500 años en donde las comunidades fueron privadas de su poder de decidir la propia vida y construir sus propias soluciones. 500 años de regirnos por valores y normas ajenas a nuestros pueblos, han carcomido nuestra voluntad de poner al servicio de los demás el potencial de lo que somos y lo que tenemos.
Tres siglos de colonia, dos de estado republicano y treinta años de neoliberalismo han conseguido que la gente haya perdido confianza en sus propias capacidades y espere soluciones venidas de fuera. 500 años de historia colonial y de dependencia han logrado forjar un ambiente individualista, que sofoca los vínculos humanos de ayuda mutua y que ha creado una clase política que sólo piensa en su interés personal y de grupo. 500 años en donde las comunidades fueron privadas de su poder de decidir la propia vida y construir sus propias soluciones. 500 años de regirnos por valores y normas ajenas a nuestros pueblos, han carcomido nuestra voluntad de poner al servicio de los demás el potencial de lo que somos y lo que tenemos.
Continuará....
jueves, 17 de julio de 2014
La dignidad de las obras de los teulenses de antes
Única calle empedrada del Teul. Aquiles Serdán. La casa de doña Chole Curiel |
Tumba antigua del panteón municipal |
El centro de Salud. "El Hospital", para los teulenses de antes |
Patrimonio cultural: herencia para cuidar y revitalizar
¿Qué tienen en común el panteón municipal, el centro de salud y la calle empedrada de la Aquiles Serdán del Teul? ¿Qué son para el Teul estos tres lugares? ¿Cómo los recordamos los teulenses? ¿Qué pueden aprender de estos sitios los visitantes que arriban a nuestro pueblo?
El
patrimonio cultural no son sólo cosas de antes. Objetos de nostalgia.
Son las creaciones de generaciones pasadas. Testimonios de cómo se vivía
y cómo se moría. Son nuestra herencia.
En
las cosas del pasado hay una dignidad guardada. La dignidad de la vida
habitada en el pasado. Ahí está nuestra raíz. Ahí está nuestra dignidad.
Entonces,
el patrimonio cultural es un asunto de dignidad. De memoria para hacer
presente esa dignidad. Y vivir con orgullo, con la conciencia de la
grandeza de la gente de aquellos tiempos.
La
calle empedrada es signo de integración con el ambiente y respeto por
los ancianos. El agua de la lluvia se filtra, se recicla, corre, no se
estanca. Y el vado que está antes de la banqueta es para que los viejos
suban y bajen al ritmo de sus fuerzas y de sus limitaciones. Es una
inclinación para facilitar la subida o la bajada de los más grandes.
Gesto de cortesía para quienes caminan con el vigor gastado.
El
hospital es un monumento moderno, del siglo XX. Es un diseño como ya no
quedan muchos. La forma de unos brazos reciben a quienes van llegando.
Y
el panteón es el lugar sagrado de quienes cierran los ojos al tiempo y
descansan en la eternidad. Pero permanecen cerca, a la orilla del
pueblo. Velando el presente. Las tumbas más antiguas son ejemplo de arte
campesino, arte de los viejos artesanos de la cantera. Buen gusto.
Los
epitafios son declaraciones del sentido de la vida, de la familia, de
la muerte. Discursos concretos y vibrantes sobre el valor de la familia.
De
esto conversamos con Ciro Caraballo y Olga Orive, de ICOMOS México. de
la dignidad del patrimonio cultural. De la dignidad de los teuleses de
antes y que los de ahora lo recibimos como herencia. Una herencia que
vamos a cuidar y a revitalizar.
Los tres sitios deben ser designados monumentos históricos y merecer los esfuerzos de conservación y cuidado.
Etiquetas:
Cultura,
Personas,
Teúl de González Ortega
miércoles, 16 de julio de 2014
Tendrá el Teul un Plan de Desarrollo para el Centro Histórico
Recuperar la esencia del pueblo para promover el Turismo
Este
miércoles, 16 de julio, estuvieron en el Teul representantes del
Consejo Directivo de ICOMOS México y de la Junta de Protección y
Conservación Monumentos y Zonas Típicas del Estado de Zacatecas, para
informar a la población la firma de un convenio el próximo viernes, para
la elaboración del Plan Parcial del Centro Histórico del Teul. "El
viernes se firma el convenio, pero primero quisimos informar a la
población lo que se pretende hacer. Queremos que se involucre la gente
del pueblo, para que sea un proyecto sustentable". Esta es la visión de
ICOMOS México.
Ciro Caraballo Perichi, Secretario Académico de ICOMOS México |
Normalmente,
se piensa en cuidar la imagen urbana, pero se descuida la vida, las
necesidades, el espíritu y los sueños de la población. Ese ha sido un
error, señaló Ciro Caraballo Perichi, Secretario Académico de ICOMOS
México. El patrimonio cultural de un pueblo es todo: el material, el
inmaterial, la economía, la agricultura, la ganadería, el bienestar
social, el cuidado el ambiente. Y los pueblos requieren de herramientas
de gestión para conocerlo, cuidarlo, promoverlo y aprovecharlo, como un
todo.
Por
ese motivo, en 2015 el Teul, así como Pinos, Sombrerete y Guadalupe
contarán con un Plan Parcial del Centro Histórico, que será un
instrumento de gestión que ayudará a ordenar el crecimiento urbano,
pero, sobre todo, a "que se conserve y se sostenga la esencia de estos
pueblos de Zacatecas".
En
lo que resta de 2014 se hará un diagnóstico de servicios de
infraestructura, dinámica de la población, estudio histórico de la
cartografía, medio físico natural, censo de construcciones y monumentos.
Y para mediados de 2015 se tendrá el Plan Parcial del Centro Histórico y
su Reglamento.
El
proceso de trabajo será con la participación de ICOMOS México, la Junta
de Monumentos, el gobierno municipal y la población del Teul.
El
plan de trabajo prevé la celebración de talleres de participación
comunitaria, porque, afirmó Ciro Caraballo, "la vida diaria, la
tradición viva, los valores locales y la esencia del pueblo son la base
de la promoción del turismo". Se hará que el patrimonio cultural sea el
motor del desarrollo y que el pueblo teulense participe en este nuevo
proceso. A lo largo del año que dure este proyecto, se realizarán
también charlas informativas con la población, como medio de
sensibilización y de formación acerca de la relación entre patrimonio
cultural, bienestar social y turismo.
Olga Orive Belinguer, Presidenta de ICOMOS México |
La
admiración por nuestro pueblo se hizo presente. Olga Orive, presidenta
de ICOMOS México, expresó su emoción de estar en estar tierras: "Vale la
pena la lejanía del Teul". Vale la pena venir de lejos para gozar de la
tranquilidad de este pueblo, aprender de su historia, valorar su
cultura y su tradición. Saborear la sopa de huachal, las tortas de
huachal, el pipián y el agua de manzanilla.
Pero
se requiere que en el Teul aprendamos a promover nuevos productos
turísticos. "El pueblo es magnífico. Hay un valioso patrimonio cultural.
Pero no veo visitantes. La principal tarea que tenemos ahora es crear
productos turísticos, de manera que los visitantes volteen la mirada
hacia el Teul", soltó como conclusión Ciro Caraballo.
Por
parte de ICOMOS México estuvieron: Olga Orive, Ciro Caraballo, Gerardo
Estrada Straffon, Mónica Silva Contreras. La Junta de Monumentos fue
representada por Joaquín Castañeda de Luna, subdirector de urbanismo, y
Joel Rosales Castañeda, subdirector de patrimonio público.
Etiquetas:
Pueblo Mágico,
Sociedad,
Teúl de González Ortega
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La Labor es un espacio común donde podremos encontrarnos con el gusto de platicar, estar informados, revivir recuerdos entrañables, investigar la historia local, rescatar las pláticas de más antes, conocer los últimos acontecimientos, compartir las buenas nuevas y, sobre todo, para tender puentes de entendimiento y comprensión entre personas ligadas al terruño del sur de Zacatecas.
¡Bienvenid@s!
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