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miércoles, 29 de agosto de 2012

El Proyecto Arqueológico Cerro del Teul participa en la II Mesa Redonda de Arqueología Aztatlán


HUGO ÁVILA GÓMEZ

La Labor 


Organizado por el Centro INAH Zacatecas, el Centro INAH Jalisco y el Proyecto Arqueológico Cerro del Teul, del miércoles 29 de agosto al sábado 1º de septiembre se llevará a cabo la II Mesa Redonda de Arqueología Aztatlán. Las sedes de dicho evento serán el Museo Regional de Guadalajara y el Proyecto Arqueológico Cerro del Teul. 

La primera Mesa Redonda se llevó a cabo en agosto de 2011 en Tepic, Nayarit, con el propósito de compartir problemáticas y avances de investigación arqueológicas en sitios de la costa del Pacífico y del Nor-occidente de México.

El Museo Regional de Guadalajara será sede de la segunda Mesa Redonda, y servirá para intercambiar resultados de hallazgos que muestran la relación que existe entre los sitios arqueológicos del Pacífico y del Nor-occidente de México.

El sábado 1º de septiembre los participantes en este evento académico harán una visita al Cerro del Teul, donde se les informará de los resultados de la exploración que se viene realizando a partir de 2008, además de que se mostrarán objetos encontrados y que son evidencia de los vínculos que había entre las culturas prehispánicas del occidente y las del pacífico de México. 

El sur de Zacatecas formó parte de las redes de intercambio y distribución que se dieron entre las culturas que habitaron el norte, el occidente y el pacífico. Fue así como se importaron objetos (conchas marinas, piedras y metales preciosos), mercancías (plumas, mantas, cosas labradas) y tecnologías (metalurgia).

Por lo que respecta al Cerro del Teul, en esta II Mesa Redonda se presentarán las siguientes ponencias: El viernes 31 de agosto, Enrique Pérez Cortés, Mariela Saraí Carrillo Díaz y  Andrew Somerville hablarán sobre Excavación y registro de un enterramiento del Postclásico y su ajuar mortuorio en el Cerro del Teul. Esta ponencia será presentada a las cuatro de la tarde en el Museo Regional de Guadalajara. A las cuatro con cuarenta y cinco minutos, en el mismo lugar, Luis Octavio Martínez Méndez presentará la ponencia El sistema hidráulico del Cerro del Teul. El mismo viernes 31 de agosto, a las cinco de la tarde con cuarenta y cinco minutos, Peter Jiménez Betts y Laura Solar Valverde presentarán la ponencia Aztatlán Tierra Adentro. Observaciones sobre la naturaleza de los vínculos entre la llanura costera del Pacífico y las tierras altas del Occidente. 

El sábado 1º de septiembre los participantes en esta II Mesa Redonda saldrán de Guadalajara a las siete de la mañana para trasladarse al Cerro del Teul y a las oficinas y talleres del Proyecto Arqueológico, donde conocerán los avances de las investigaciones y podrán admirar los objetos que muestran los vínculos entre las culturas antiguas del norte, occidente y pacífico de nuestro país.

En la coordinación de esta II Mesa Redonda participa la arqueóloga Laura Solar, codirectora del Proyecto Arqueológico Cerro del Teul.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Es tiempo de creer en el futuro teulense


Ecos del Festival Cultural del Hijo Ausente y del 30 Aniversario de la Banda Sinfónica Juvenil Teulense

Hugo Ávila Gómez
La Labor
Comité Pueblo Mágico

En septiembre de 2011 se dio la primera reunión para pensar cómo celebrar los 30 años de la Banda Sinfónica del Teul. Se habló de reconocer el trabajo del maestro Lucilo, de valorar la importancia de la Banda y de buscar la manera de que esa celebración sirviera para ayudarla a salir de la actual crisis que ahora vive por la escasa asistencia de niños a los ensayos. Se llegó al acuerdo de hacer un evento de magnífica calidad artística y cultural. A la segunda reunión asistió el presidente municipal del Teul y apoyó esta idea. Manifestó que él haría todo lo que estuviera a su alcance para gestionar los recursos necesarios y que la propia Presidencia patrocinaría algunos gastos, sobre todo las comidas del Encuentro de Bandas y las comidas de grupos de música que estuvieran en el Festival. Así quedó establecida la idea de festejar el 30 Aniversario de la Banda Sinfónica en un ambiente de convivencia, de fiesta, de actividades artísticas, de diálogo y de integración de los distintos sectores de la comunidad teulense, de manera que los festejos permitieran la integración de todas las personas, sin importar forma de pensar, creencias, situación económica o cualquier otra circunstancia que en la práctica fomenta desunión entre la población del Teul.
Se realizó un proyecto por escrito en donde quedaron anotadas algunas ideas que guiarían como objetivos de la celebración. Se trataba de manifestar nuestros sentimientos de alegría y agradecimiento por contar una institución educativa musical que cumple 30 años de vida y que tanto ha aportado a la educación de niños y jóvenes y a la difusión de la música popular y sinfónica. También quedó establecido el propósito de hacer memoria del trayecto que ha seguido la Banda Sinfónica Juvenil del Teul, para aprender del pasado, valorar el presente y reconocer los desafíos del futuro; integrar un grupo de trabajo que se fije como propósitos promover de manera organizada la difusión, educación y rescate de la cultura musical entre la población del Teul de González Ortega; promover la integración e involucramiento de los diferentes actores sociales (alumnos de la Banda Sinfónica, exalumnos, autoridades, profesionistas, empresarios, amas de casa, migrantes y ciudadanos en general) para generar ambientes de participación, colaboración, responsabilidad por el interés público y reconocimiento de los valores de nuestra comunidad; realizar investigaciones de la microhistoria de la música del Teul de González Ortega y realizar actividades académicas de rescate de la historia oral relacionada con la música y los músicos locales; sensibilizar a la comunidad teulense acerca de la importancia de la Banda Sinfónica Municipal; fortalecer la identidad teulense, reconociendo, valorando y sintiéndonos orgullosos de nuestras raíces relacionadas con la música; crear un producto cultural de buena calidad humana y artística, para generar flujos de turismo que aprecian el patrimonio cultural, la historia regional y la música de los pueblos y estimular el interés por la música y la cultura en niños y jóvenes, para que se propongan ser personas conscientes del valor cultural y humano del patrimonio histórico.
En las reuniones preparatorias se afirmó que cuando se habla de eventos culturales lo primero en que se piensa es en traer grupos artísticos de fuera para que hagan la fiesta. La cultura vista como espectáculo, en donde el pueblo sólo contempla pasivo. Se vio que no podíamos caer en este error y que había que buscar que la propia población teulense se involucrara en la creación artística, en la construcción de sus propios productos culturales, sin dejar de acudir a manifestaciones artísticas foráneas que enriquecieran el Festival. Por eso se habló de hacer una revista conmemorativa, de producir un documental con la historia de la Banda Sinfónica, de invitar al Tamborazo de Los Torres a tocar como lo hacían antes, de preparar un concierto de los exalumnos de la Banda, de organizar un Encuentro Nacional de Bandas, donde la Banda Sinfónica del Teul es protagonista por su calidad y de hacer un desfile y un baile popular con los grupos y bandas del Teul.
El evento estaba previsto para febrero de 2012. Justo cuando la Banda cumple 30 años de fundada. Sin embargo, faltó seguimiento y hubo cierta descoordinación, hasta que el tiempo se vino encima y fue imposible hacer la fiesta en febrero. Pero la idea y la voluntad de festejar seguían firmes. Hasta ese momento no se había invitado al maestro Lucilo a formar parte de la mesa de organización del evento. Un grupo de compañeros sostenían la propuesta de que la fiesta fuera una sorpresa completa para él. A fin de cuentas, caímos en la realidad y se le presentó el proyecto y pedimos del maestro su aprobación para que se le hiciera ese reconocimiento público y para se involucrara activamente en la organización.
En abril de este año se integró una comisión, encabezada por el presidente municipal, Marco Aurelio Rivas, y en un día entero se recorrieron todas las oficinas que fueron posibles visitar del gobierno del Estado y de la Universidad Autónoma de Zacatecas. Ahí se logró simpatía de los funcionarios por la propuesta y la promesa de patrocinio económico del Festival.
Lo demás fue concretar cada uno de los eventos, hacer la revista, producir el documental y preparar la publicidad y demás detalles de la fiesta. Cuatro meses de gestión, llamadas, acuerdos, espera de los recursos prometidos y cierta presión para que el presupuesto fuera llegando.
Fue un acierto haber enlazado la celebración de los 30 años de la Banda con la Fiesta del Hijo Ausente. En febrero no hubiese venido la gente que estuvo presente en la primera semana de agosto. Quizás dos mil personas visitaron el Teul. Público que de manera escalonada asistió a la diversidad de eventos que se realizaron a lo largo de los días que duró el Festival.
Una persona originaria de un pueblo vecino afirmó: “¿Cuándo organizaremos algo igual en nuestro pueblo? La gente del Teul sí que se destaca entre las personas de la región. Aquí hay algo especial”.
El director de cultura de otro municipio de los alrededores estuvo viniendo al Festival para aprender de los teulenses. Miraba con atención lo que sucedía en los distintos actos del programa de festejos y hacía preguntas acerca de lo que quería saber o sobre lo que sentía curiosidad.
Es digno de comentar algunas afirmaciones dichas por muchas personas que estuvieron de visita en el Teul: “En las ciudades la vida es agitada, colmada de tensiones, se vive de prisa, el trabajo ocupa la mayor parte del tiempo. Su pueblo es bonito, precioso. Lo han sabido cuidar. En materia de cultura e historia tienen mucha tela de donde cortar. Aprovechen. Lo que más nos gusta también es la tranquilidad del Teul. Caminando por entre sus calles se siente paz y descanso. Aquí se respira el sosiego que necesita el espíritu”.
El conductor de un programa de la televisión cultural de Jalisco llegó a decir: “Pero si ustedes viven en un palacio. Cosa de llegar al pueblo y todas las calles impresionan. Estas casas altas. Sus portadas de cantera. Me siento caminando en un palacio”.
La inversión que se hizo en este Festival fue importante. El gobierno de Zacatecas y los patrocinadores de la iniciativa privada invirtieron casi en cantidades iguales para permitir la programación de actividades que combinaron la presentación de eventos con artistas de fuera y la presentación de creaciones propias de la gente del Teul.
Esperamos haber cumplido los propósitos de hacer memoria, de hacer visible el trabajo de la Banda Sinfónica del Teul, de recibir a los hijos ausentes de una manera digna, de propiciar la creación cultural y de celebrar de una manera digna.
Como se dijo en algunos eventos públicos: nos dio gusto ver tanta gente de visita. Fueron bienvenidas todas las personas que compartieron su tiempo con nosotros. Esperamos que el ambiente de fiesta y de convivencia haya alegrado su corazón. Esperamos que la belleza, la tranquilidad, la comida, la bondad del Teul y su gente hayan agradado a quienes nos visitaron.
El pasado del Teul es de grandeza. Su historia, su entorno natural y su rica cultura lo muestran. Esa grandeza es nuestro porvenir. El Teul es tierra de oportunidades. El rescate y valoración de nuestra cultura serán el cimiento para invitar a visitantes de la región, del país y del extranjero a visitar nuestra tierra a lo largo de todo el año. Nuestra confianza es que el turismo, a partir de cuidar lo nuestro, sea el eje para muchas personas se animen a emprender negocios que despierten la vida económica y social del Teul. Hostales, posadas, fondas, restaurantes, tiendas de productos locales, puntos de creación de servicios a los turistas. Es tiempo de creer en el futuro teulense.

martes, 14 de agosto de 2012

Fiesta del Hijo Ausente y 30 Aniversario de la Banda Sinfónica Juvenil Teulense. Tercera Parte


 
Del 1 al 7 de agosto: el tiempo se detuvo en el Teul para festejar al Hijo Ausente y celebrar el 30 Aniversario de la Banda Sinfónica Juvenil Teulense

(Tercera de tres partes)

Hugo Ávila Gómez
La Labor
Comité Pueblo Mágico del Teul

Por la noche se vivió otro momento cumbre en este Festival. El maestro Lucilo reunió alrededor de 100 músicos. Alumnos y exalumnos. Nunca la Banda había estado tan nutrida para un concierto. El kiosko fue completamente insuficiente. Una mezcla de generaciones y talentos. Quienes tocaban todo, muy bien. Otros, medianamente. Y algunos casi nada. Pero eso no importó. Lo valioso fue la cantidad de exlumnos que se acercaron para agradecer al maestro Lucilo por su trabajo. Una serenata inolvidable. Eran las doce de la noche cuando se estaban escuchando las notas de la Marcha de Zacatecas, que marcaban el fin del programa. El público teulense y los hijos ausentes estaban atentos. Había mucha curiosidad por observar este  acontecimiento único en la historia del Teul y de la Banda. Por primera vez reunidos tal cantidad de exalumnos de esta institución musical. Muchos no alcanzaron instrumento y estaban alternándose el turno, previo pasón de dedos o una sobada de algodón con alcohol por la boquilla o la caña. La noche del domingo 5 de agosto fue plena. Normalmente la gente del Teul no pone mucha atención a la Banda. Como que se ya se familiarizaron con su música y no significa mucho atractivo. Sin embargo, esta vez, esta noche, la concentración estaba al máximo para atender el concierto de alumnos y exalumnos. De los cuatro puntos cardinales salían disparos de flash durante toda la noche. Todos querían ser testigos de este acontecimiento. La foto grupal fue el momento que cerró este momento privilegiado para la vivencia de quienes tienen cercanía afectiva con la Banda Sinfónica Juvenil.
El lunes 7 de febrero se realizó el Foro “Pasado, Presente y Futuro de la Banda Sinfónica Juvenil Teulense”. Participaron como ponentes, el presidente municipal Marco Aurelio Rivas, Gilberto Cervantes, Lucilo Torres, Rodolfo González (coordinador regional del Instituto Zacatecano de Cultura) y el ingeniero Jorge Domingo Saucedo Encina (director de programas compensatorios de la Secretaría de Educación y Cultura). Se discutió amplia y sinceramente de la problemática de la Banda. Se habló de problemas de financiamiento, de organización, de vacíos legales, de la pedagogía severa y el maltrato a los alumnos. Y se propusieron como alternativas la realización de un diagnóstico en las áreas administrativa, pedagógica-musical y legal, así como institucionalizar el trabajo de la Banda, mediante la constitución formal de una empresa cultural como asociación civil o como persona moral dependiente del municipio o del estado, con estatutos bien definidos. El público participó activamente con su atención y sus intervenciones críticas y propositivas. De todo ello el comité organizador levantó una relatoría y ya circula entre las partes involucradas en el destino de esta institución educativa teulense. Ojalá se vean pronto los frutos de este primer diálogo público y abierto sobre un asunto de vital interés público. Ojalá así se traten los otros asuntos que interesan a la vida de la comunidad teulense.
La jornada de disfrute estético continuó el lunes 6 por la tarde. El grupo tapatío de jazz y rock, Troker, en donde participa nuestro paisano Gilberto Cervantes, trajo al Teul un espectáculo bien logrado y completamente disfrutable. El año pasado Troker dedicó casi seis meses a componer la música para animar la película del cine mudo mexicano El automóvil gris. Una película hecha en 1919 por Ernesto Rosas y que narra la historia de una célebre banda de asaltantes que tenía asolada la ciudad de México en el año de 1915. Lo peculiar de esta creación artística es que la música se presenta en vivo, siguiendo las imágenes y el desarrollo de la película. Esto requiere de una alta concentración y una buena integración como conjunto de músicos. El espectáculo del automóvil gris y la música en vivo por sus propios creadores ha sido visto en El Lunario del Auditorio Nacional, dos veces en la Cineteca Nacional, en Medellín y en Bogotá, Colombia, y recientemente llenó el Teatro Degollado en Guadalajara, Jalisco. Este evento de magnífico nivel artístico fue presentado para deleite del público teulense que asistió al Teatro Parroquial. La emoción, el suspenso, la acción mantuvo viva la atención de los teulenses y los hijos ausentes que disfrutaron de este evento.
El martes 7 de agosto, último día de eventos, se llevó a cabo en la Plaza de Abajo, el espectáculo de teatro musical, “La historia del jazz”, presentado por la Fundación Tónica GDL  y el grupo Guanatos Brass Band. Guanatos Brass Band es un conjunto tapatío que se inspira en la música de los negros de Nueva Orléans. Salen al escenario apostándolo todo a los metales y a la creatividad: trombones, saxofones y una tuba, son los instrumentos donde se crea la música de su concierto. Una vez en el escenario aflora en todas direcciones del foro, de los sentidos y de las emociones un carnaval que truena de energía. El público tiene frente a sí un fantástico espectáculo que integra la influencia de las bandas de metales de Nueva Orléans, el funk y el hip hop. Un evento divertido y atractivo, que hace un recorrido por la historia de jazz, género creado por los negros esclavos, condenados al desarraigo, a la pérdida de su identidad y al trato de objetos que usan y se tiran cuando no sirven. Sin embargo, esos negros venidos de África supieron refugiarse en la música y crearon el jazz, que les permitió sobrevivir y manifestar sus ansias de libertad y de plenitud. Ese género libre llega ahora al mundo entero y en el Teul se tuvo la oportunidad de presenciar de una manera juguetona y profesional, la historia del jazz. El jazz una música para dejar fluir libremente las emociones. Música libre, creada y tocada por quienes sienten vivamente los anhelos de volar y soñar. Eso mismo sintió el público teulense que asistió al espectáculo de la historia del jazz.
Y por la tarde, para cerrar el festival de toda una semana de emociones y encuentros, los grupos y bandas de música del Teul hicieron un desfile por las principales calles del centro histórico. La Banda Sinfónica Juvenil encabezó el recorrido. Participaron también La Skandaloza, Banda San Agustín, La Manzanilla y Fuga Norteña. Todos ellos con la intención de solidarizarse con los 30 años de la Banda Sinfónica. Nuevamente la música penetró en calles, callejones, casas, oídos y corazones de la población teulense. El desfile convoca a salir, a dejar el trajín cotidiano, a asomarse a la puerta, a cambiar los chiquillos para irse a la Plaza. Y todo eso sucedió. Al final del desfile, el público estaba congregado en la Plaza de Abajo para el acto de clausura el Festival y luego el gran baile amenizado por los grupos locales.
La Unidad Académica de Artes de la Universidad Autónoma de Zacatecas fue quien participó con los espectáculos de música del acto de clausura. Con la guitarra y su canto se presentó el maestro Isaac Cordero, con un repertorio de melodías clásicas, de la nueva trova y de la música popular mexicana. También participó el grupo de jazz de la Unidad Académica de Artes con un programa ligero, buscando agradar a los espectadores a quienes el jazz puede sonar como extraño y con poco significado.
Un fuerte aguacero selló la clausura del Festival, pero ni así la gente se retiró. Al contrario, quienes no asistieron a la ceremonia de clausura, sobre todo jóvenes, llegaron al baile que se prolongó hasta la madrugada del día siguiente. Además de los grupos y bandas que participaron en el desfile, se integró al baile el grupo Explosivo Norteño. Una noche de martes de baile, de convivencia alegre, sana y sencilla. El pueblo del Teul y sus hijos ausentes se divirtieron a sus anchas. Una jornada inolvidable. Con ese recuerdo nos quedamos de estos siete días de fiesta. Un festival donde la música nos congregó, nos alegró, nos hizo celebrar, nos ayudó a reconocer la importancia para el Teul de su Banda Sinfónica y nos mostró que la vida es maravillosa cuando nuestra mirada se posa en la belleza y el bien de las cosas cotidianas. Hemos vivido una jornada de plenitud sonriente y festiva.

lunes, 13 de agosto de 2012

Fiesta del Hijo Ausente y 30 Aniversario de la Banda Sinfónica Juvenil Teulense


Del 1 al 7 de agosto: el tiempo se detuvo en el Teul para festejar al Hijo Ausente y celebrar el 30 Aniversario de la Banda Sinfónica Juvenil Teulense

(Segunda de tres partes)

Hugo Ávila Gómez
La Labor
Comité Pueblo Mágico del Teul

El sábado 4 de agosto, el mero Día del Hijo Ausente, la población teulense y sus visitantes se despertaron con la visita guiada a la zona arqueológica del Cerro del Teul. La mayor parte de los asistentes fueron personas que visitan el Teul. La arqueóloga Laura Solar, directora del proyecto arqueológico, fue quien condujo el paseo por el Cerro del Teul. Explicó las principales novedades que presentan los avances de investigación y la paciente restauración que se hace a la zona, bajo la conducción de la restauradora Mariela Carrillo Díaz. En las pendientes del Cerro se han construido terrazas a base de leños de palo colorado, sujetos a la tierra con estacas del mismo material. Esto se hace con el propósito de detener la erosión del terreno. También para evitar la erosión de la tierra se ha construido un muro de mampostería en la Cueva del Cerro. Como materiales se utiliza piedra del sitio y mezclas diversas de mortero y otras arcillas de la región, que juntas pegan mejor que el cemento. Se hizo un recorrido a lo largo de la zona descubierta y la arqueóloga explicó el alcance de lo descubierto hasta ahora y respondió a las preguntas de los visitantes. A la bajada del cerro esperaba a los paseantes un desayuno de gorditas de arriero y agua fresca.
A las once de la mañana se dio la bienvenida  a los ausentes en la Secundaria “Cuauhtémoc” y a las doce del día se celebró una Misa con la intención del Hijo Ausente.  A la una treinta de la tarde, el Teatro Parroquial fue sede de un recital de piano ofrecido por 19 niños teulenses que asistieron a un curso impartido por el profesor Sergio Guillermo Ruiz Rodríguez, de la Unidad Académica de Artes, de la Universidad Autónoma de Zacatecas. Con escaso un mes de clases, cada niño aprendió a interpretar al piano dos o tres piezas, con que agradó a la concurrencia de la velada, compuesta en buena medida por familiares de los niños que dieron el recital.
La tarde fue maravillosa. Miles de personas: teulenses, hijos ausentes, visitantes, inundaron La Laguna del Paisano (o del Faisán). No se sabe la cifra exacta. Pero eso no importa. Lo que cuenta es el ambiente festivo. Elotes, birria, agua fresca, arroz, frijoles, fueron ofrecidos gratuitamente para quien no iba preparado con comida. Decenas de familias se reúnen a la sombra de los robles que ofrecen sombra y descanso. En cada sitio abunda la comida y la bebida: tacos, birria, carne asada, pozole, tamales, gorditas de maíz, gorditas de horno, frijoles de la olla, frijoles charros, discada, arroz, ensalada, refresco, aguas frescas, mezcal, tequila, whisky. Reina la plenitud. La plática es animada. Muchos aguantan muy poco sentados en el mismo lugar y se lazan a recorrer todo el terreno para platicar y encontrarse con viejos conocidos y conocer nuevos amigos. Las bandas y los grupos de música norteña animan la convivencia. En el templete oficial se presenta un ballet folklórico de maestros jubilados de la ciudad de Aguascalientes, que año con año vienen a la fiesta del Hijo Ausente. Los niños corren por entre los adultos. Otros juegan volibol en la cancha de futbol rápido. Jorge Ruiz, chico, realiza acrobacias con la motocicleta en la pista de motocross, ante la expectación de una buena cantidad de personas que aplauden su arrojo, su habilitad de piloto y su buen control de la moto. El equipo de Canal 7, luego de grabar toda la mañana para el programa que será transmitido el jueves 23 de agosto, recorre el sitio y realiza entrevistas a los hijos ausentes y a personas que viven en el Teul. La algarabía está a todo lo que da. Y así hasta las ocho de noche que la gente empieza a retirarse a la serenata del Jardín Principal.
A las ocho y media de la noche la Plaza de Arriba está vacía. Todo mundo regresa apenas del paseo y está en la casa haciendo fila para darse un baño que sacuda el polvo y el olor a grasa  leña de la carne asada. A las nueves y cacho todo está dispuesto para el inicio de la serenata. Los maestros de ceremonias anuncian que esta noche será especial. El Teul revivirá un tiempo pasado. Volverán a escucharse la mismas canciones de hace 50, 40 y 30 años atrás. Tocadas por el mismo tamborazo. ¡Con ustedes: el Tamborazo de Los Torres! A revivir las antiguas serenatas donde las muchachas daban la vuelta en el sentido de las manecillas del reloj y los hombres, en sentido contrario, cortejando con un ramito o una serpentina.
De uno en uno suben los músicos al kiosko. Se les llama de uno por uno. Como los artistas famosos o los jugadores profesionales de un partido importante. La noche luce radiante. La gente se aglomera alrededor del kiosko. Los músicos del tamborazo son famosos. Crearon toda una época de alegrar los días, las noches y las fiestas de los teulenses y la gente de la región. La Plaza de Arriba está abarrotada. De todas direcciones estallan flashazos. La música suena como era antes. Tocada por los mismos de antes. Canciones del pueblo, de la música popular, del gusto de antes, del gusto de ahora. La emoción desborda la Plaza. “¡Qué fiesta tan padre!” “¡Qué emoción revivir los tiempos idos!” “¡Me siento como en mis tiempos!” “¡Qué bueno que se pudieron juntar Los Torres!” “¡Esto está a toda madre!”. Es el estilo de los comentarios. Abundancia de regocijo. Los rostros so de satisfacción. En esa noche se resucita toda una época, con su carga de recuerdos y experiencias traídas a flor de piel por la música vernácula del Tamborazo de Los Torres. Los jóvenes también disfrutan de la fiesta. Contentos con la alegría de los mayores. Contentos con su propia alegría de participar en esta serenata como las que eran antes.
Abajo, en una treintena de sillas, se instaló un improvisado presídium, integrado por los expresidentes municipales en cuya administración coincidió el nacimiento y desarrollo de la banda sinfónica municipal. Junto a ellos, dos decenas de teulenses, personas cuya labor ayudó al desarrollo de la música en el Teul. Todos ellos serían merecedores esa noche de un reconocimiento de parte de la sociedad teulense. Lo que ocurrió después de hora y media de serenata. Se interrumpe la música para pedir al presidente municipal, al maestro Lucilo Torres y al secretario general el sindicato de músicos que suban al kiosko para entregar un reconocimiento a cada uno de los expresidentes municipales que ayudaron de formas distintas a la banda sinfónica del Teul: Daniel Rivas, Juan Manuel Cervantes (a través de su hija Ofelia), Rigoberto Rivas, Pablo Rivas, Luis González, Rodolfo González, Felipe Ramírez, Francisco Escobedo, Aurelio Lamas, Enrique Larios (a través de su esposa, Elsa Longoria) y el presidente actual, Marco Aurelio Rivas.
Entre las personas ligadas a la historia de la música del Teul que recibieron reconocimiento, están los hermanos Torres Núñez: Genoveno, José Manuel, José Gudalupe, Lucilo y Felipe. Y otros integrantes del tamborazo: José González Núñez, Filiberto Rodríguez Ibáñez, Pedro Ávila Curiel, Roberto Torres Cortés. También se entregó una medalla de reconocimiento a Cruz Manuel Jacobo Doñate, Ángel Ávila Rivas, Juan Francisco Correa Alatorre, J. Guadalupe Ávila Rivas, Luis Ávila Rodríguez y el médico Eliseo Grover Vallejo, recibió el reconocimiento en nombre de la familia Grover Ochoa.
A las doce de la noche terminó la serenata. La gente permanecía en la Plaza. Nada faltaba. Y de ahí al baile del Hijo Ausente. Los fondos recaudados fueron a beneficio de la Unidad de Protección Civil Municipal.
A las doce del mediodía del domingo 5 de agosto se ofreció una celebración religiosa con la intención de los 30 años de la Banda Sinfónica Juvenil Teulense. Al término de la celebración, se llevó a cabo una ceremonia de reconocimientos en el Teatro Parroquial, en donde se hizo mención especial a la importancia que ha tenido la Banda Sinfónica en estos 30 años de vida, con su aporte a la formación de la personalidad de niños y jóvenes, quienes no sólo adquieren una cultura musical, sino que también se pule su conciencia de responsabilidad, de puntualidad, hacer las cosas bien, de dedicar el tiempo libre a actividades constructivas. En todo ello, la labor del maestro Lucilo Torres ha sido fundamental. En ese momento, el maestro Lucilo recibió un reconocimiento especial. Asimismo, se entregaron reconocimientos a benefactores de la Banda y patrocinadores del Festival Cultural por el 30 Aniversario. Los benefactores a quienes se hizo mención son los integrantes del Círculo Familiar Teulense: Luis Sandoval Godoy, David Castañeda Arellano, J. Concepción González Robles, Teresa Campos Castañeda, María del Refugio Campos Castañeda, Fernando Campos Castañeda, María Castañeda Arellano, Emma González Correa, J. Guadalupe Uribe Curiel, Silvia Carrillo Sandoval, Jorge Robles Mayorga, Silvia Cervantes González, Valentina Anceno Rivas.
A las tres y media de la tarde se develó la placa conmemorativa en el sitio que ocupa el salón de música, donde por 30 años se ha educado a diversas generaciones de niños y jóvenes. La placa es un signo visible para atraer la mirada y el recuerdo de los paseantes por ese lugar. Un testimonio de agradecimiento y memoria.
Y luego la comida en la Presa. El momento dedicado a la convivencia y el encuentro de compañeros que un día fueron integrantes de la Banda Sinfónica Juvenil. Alrededor de 200 personas se reunieron para compartir los alimentos, las bebidas de agua fresca, las novedades y los recuerdos. Melquiades Ibarra, Rocío Rivas, Elisa Varela, Bertha Berthaúd, Marisela Correa, Daniel Varela, Gilberto Cervantes, Berena Romero, Elizabeth Romero, Ernesto Salas, Lenin Rosendo Guerrero, Homero Flores, Guillermo Berthaúd, Joaquín Correa, Alberto Correa, Sandra Cervantes, Marsela Cervantes, Hugo Ávila, J. Guadalupe Ávila, Arcelia Llamas, Cecilia Escobedo, Laura Torres, entre otros muchos se reunieron en la convivencia donde se sirvió una birria exquisita acompañada de frijoles de la olla, arroz y agua de horchata o de jamaica.
A las siete de la tarde el proyecto arqueológico Cerro del Teul presentó tres conferencias breves sobre los avances de las investigaciones, así como se utilizan las nuevas tecnologías al servicio de los estudios de arqueología que se realizan actualmente en el Cerro y la restauradora Mariela Carrillo Díaz explicó el trabajo minucioso y paciente que realizan ella y un equipo de señoras teulenses que se dedican a la restauración de piezas, fósiles, lugares y edificios. Llama la atención el trabajo cooperativo que se realiza en la zona arqueológica del Cerro del Teul, la pasión, el cuidado, la constancia y el esfuerzo que le dedican las cerca de 60 personas que colaboran en el proyecto. Los trabajadores sienten de veras que, más que estar encontrando piedras y artefactos viejos, están hurgando en las raíces de la comunidad teulense. Ellos sienten este compromiso y con pasión le dedican su tiempo y sus energías. Toda una labor pedagógica y profesional que realizan los directores del proyecto, Laura Solar y Peter Jiménez. Están profundamente convencidos de lo valioso de su trabajo y de la importancia del sitio del Cerro del Teul, y esa mística la infunden a su alrededor. Por eso cada que tienen oportunidad, lo cual es muy seguido, realizan conferencias y visitas guiadas al Cerro del Teul. Es una bendición para el Teul contar con ellos y su contribución al conocimiento de la historia y la identidad teulense.

domingo, 12 de agosto de 2012

Fiesta del Hijo Ausente y 30 Aniversario de la Banda Sinfónica Juvenil Teulense


Del 1 al 7 de agosto: el tiempo se detuvo en el Teul para festejar al Hijo Ausente y celebrar el 30 Aniversario de la Banda Sinfónica Juvenil Teulense 

(Primera de tres partes)

Hugo Ávila Gómez
La Labor
Comité Pueblo Mágico

La fiesta detiene el tiempo. Se interrumpen las preocupaciones, los afanes rutinarios, las enemistades, las prisas. Con la fiesta todo vuelve a la inocencia original de las cosas. Porque en la fiesta se despierta la alegría, la fraternidad, la convivencia sin dobleces, la sencillez, el trato que busca dar al prójimo las mejores atenciones. Pero la fiesta auténtica no es evasión, dar la espalda a la realidad. Al contrario, es estar en presencia de lo más real de la realidad: la generación de las mejores virtudes y los más queridos valores del ser humano. Con la fiesta, los rostros recuperan la algarabía de la sonrisa, la luminosidad de la mirada, los brazos vuelven a su función de abrazar y las manos se vuelven a diestra y siniestra para saludar y ayudar. La fiesta es el terreno limpio del júbilo, la moderación del egoísmo, la efusión de las ganas de encontrarnos con el prójimo y de convocar a lo mejor de las personas. La fiesta es lugar y tiempo de lo sagrado; de atención por lo sencillo maravilloso que nos redime de las inconsistencias y sufrimientos que aquejan a la naturaleza humana.
El Teul acaba de celebrar una fiesta más: la del Hijo Ausente y el 30 Aniversario de la Banda Sinfónica Juvenil Teulense. Del 1º al 7 de agosto se hizo un paréntesis en la monotonía cotidiana para abrir los brazos, la mirada y la experiencia a la celebración, a la memoria y a la esperanza del porvenir. Importante es el motivo de recibir a los teulenses y sus familias que hacen su vida en otras tierras y en esta época del año vuelven con la ilusión de reencontrar lo que sostiene la vida: familiares, recuerdos, lugares entrañables, amistades, pláticas que dejan salir y entrar lo que alimenta la mente y el espíritu. Lo mismo la Banda Sinfónica del Teul. 30 de tradición cultural era un acontecimiento para celebrarse lo más en grande posible.
El miércoles 1º de agosto se hizo la breve ceremonia de inauguración. Habló el presidente municipal, el maestro Lucilo Torres y se tuvo como invitado especial a Salvador Verduzco Correa, en representación de su madre, Margarita Correa, quien mucho ayudó para hacer posible que la Banda fuera a Guadalajara en octubre de 1985, a las fiestas de octubre y grabar un disco de larga duración. Lo que ahí se dijo fue de agradecimiento, de bienvenida a todos quienes participarían en la fiesta. Se habló de poner atención al destino de la Banda y buscar las maneras de ayudar a no dejarla caer.
Ahí mismo se inauguró la exposición de fotografía “30 años de la Banda Sinfónica del Teul”, coordinada por Elisa Varela Villegas, exalumna de la primera generación de esta institución musical. Un recorrido en imágenes de tres décadas de experiencias y de andares por diversos caminos de la región, del país y una salida al extranjero. Las miradas curiosas recorrían cada una de las fotos. Buscaban rostros, nombres, calles, sucesos, anécdotas. Las imágenes cumplían su cometido de hurgar en los recuerdos y en las emociones. Una muestra bien montada. A cada fotografía se le dio un trato decoroso, con un fondo oscuro y un marco blanco, para resaltar la superficie de la imagen.
A las doce de la mañana se proyectó el documental “El Teul, La Música y su Banda Sinfónica”, realizado por los hermanos Sofía y Jorge Riggen. En media hora que dura este trabajo de cine se narran algunos pormenores de la historia de la música en el Teul, de cómo siempre ha habido gente preocupada por la formación musical de niños y jóvenes. El documental deja ver el gusto arraigado que hay en el Teul por la música y cómo los propios teulenses se han encargado de continuar con constancia las enseñanzas de maestros venidos de fuera. El tema central de este documental es la Banda Sinfónica. Su historia de 30 años es contada mediante entrevistas al director, a exalumnos y alumnos, al cronista municipal, padres y madres de familia, el presidente municipal. El documental también se hizo con fotografías que ilustran esta historia, con tomas a diversos lugares del Teul, ensayos y presentaciones de la Banda. A varios de los presentes los conmovió hasta las lágrimas lo que ahí se ve y se escucha. Los creadores del documental supieron en 30 minutos sintetizar creativamente, no sólo la historia de la música en el Teul y su Banda Sinfónica, sino que, sobre todo, con una mirada atenta recogieron la esencia del espíritu teulense que mucho tiene de búsqueda, de lucha por lo valioso, de contradicciones humanas, de gusto por la belleza, de amor por el terruño.
Por la tarde de ese mismo miércoles 1º de agosto se presentó la famosa Banda Sinfónica del Estado de Zacatecas, dirigida por el maestro Salvador García Ortega. Un concierto magnífico que tuvo como escenario una Plaza de Abajo sacudida por una intensa tormenta, que trajo del cielo torrentes de agua, granizo y truenos impresionantes. La impetuosidad del temporal de aguas fue resguardada por un toldo que cubría buena parte de la plancha de la Plaza y por el vigor de las notas de la Banda del Estado que no dio muestras de debilidad ante la fogosidad de la lluvia que duró prácticamente todo el concierto. El público asistente soportó con paciencia las molestias del viento, de la brisa y el frío que lastimaban el cuerpo. La atención a los músicos hicieron soportable las complicaciones del clima.
Ese mismo día miércoles Yamaha de México iniciaba en la Casa de Cultura una exhibición de instrumentos dirigida a los músicos teulenses y todos aquellos que visitarían nuestro pueblo a lo largo de estos siete días de fiesta.
El jueves 2 de agosto se recibió la visita de ocho bandas sinfónicas de distintos puntos de la República Mexicana. A esto se llama Encuentro Nacional de Bandas Sinfónicas. La mañana de ese día fue dedicada al ensayo del programa del concierto que darían por la tarde. 400 músicos en el auditorio municipal practicando para integrar una sola banda sinfónica monumental. El DIF Municipal se encargó de servir el desayuno y la comida de todas estas personas y, por la noche, entregó un lonche a cada músico que participó en el Encuentro. A las tres de la tarde Yamaha de México hizo una demostración de los instrumentos con que cuentan para bandas sinfónicas. Una explicación profesional de cómo y por qué es necesario contar con instrumentos de excelente calidad.
A las seis y media de la tarde, bajo un incómido chipi chipi dio comienzo el desfile de las nueves bandas que participaron en el Encuentro Nacional realizado en nuestro pueblo. El desfile recorrió las mismas calles del centro histórico que se recorren en los cuatro desfiles cívicos que se realizan al año. Con lluvia y todo la gente salía de sus casas. El pueblo entero fue sacudido por las marchas y canciones que tocaba cada una de las bandas. Los cuatro puntos cardinales del Teul fueron estremecidos por el recorrido de las bandas sinfónicas que saludaban la tarde del jueves 2 de agosto.
Alrededor de las siete y media de la noche hicieron su arribo a la Plaza de Abajo. La gente del Teul y los hijos ausentes las esperaban con un lleno digno de llamar la atención. Las sillas, que no eran pocas, fueron insuficientes. Hubo que traer las más que se pudiera. El ambiente era de expectación y de jolgorio. La promesa de recreación era un hecho. Y dio comienzo el concierto. Primero un concurso de solistas. Cada banda subía el escenario para acompañar a su solista designado a interpretar una melodía elegida libremente. De premio había dos trompetas de la marca Yamaha. Una, donada por esta empresa y la otra, por el diputado teulense Felipe Ramírez Chávez. El primer lugar lo obtuvo Luis Ángel Torres González, de la Banda Sinfónica Juvenil Teulense y el segundo lugar el solista de la Banda de Guadalupe, Zacatecas.
Y después el concierto de todas las bandas. Los 400 músicos niños, adolescentes y jóvenes se dispusieron como una sola banda, por secciones de acuerdo al instrumento que cada quien tocaba. Cada director invitado dirigió una pieza, respectivamente. Tres horas seguidas duró el concierto. Pocos se movieron de su asiento. La mayoría gozó del espectáculo de principio a fin. Vibrante, emotivo, espectacular, esplendoroso. 9 bandas sinfónicas y 400 músicos fueron el disfrute de los ojos, los oídos y los corazones de las personas que abarrotaron la Plaza de Abajo. El Teul fue sacudido de tanta emotividad. Gozoso. Maravilloso ver a los niños y jóvenes entregarse para el público teulense. Los hijos ausentes fueron recibidos así, con altura y hondura espiritual. Con música que ennoblece. "Tema de bajos", "Endless love", "Cerros de Ojocaliente", "Popurrí de Ray Conniff", ""Latinos", "Medley Boleros", "México es un son", "Caballería Ligera" y "La Marcha de Zacatecas". Un lujo de espectáculo. Una manera deleitosa de festejar los 30 años de la Banda Sinfónica Juvenil Teulense. Una linda forma de recibir a los teulenses que vuelven a su tierra para la fiesta del Hijo Ausente. Todo mundo muy contento. Quedó mostrada la grandeza del Teul. Se pudo ver nuevamente que la gente del Teul es maravillosa.
El viernes 3 de agosto, Daniel Zlotnik e Isidro Martínez, artistas de reconocimiento internacional y patrocinados por Yamaha México, impartieron el taller para maderas y metales con una buena asistencia de músicos teulenses y la banda Charcas, San Luis Potosí, que se quedó después del concierto.
A las cinco de la tarde fue presentada la revista conmemorativa de los 30 años de la Banda Sinfónica Juvenil Teulense. Hicieron dicha presentación el presidente municipal del Teul, Marco Aurelio Rivas Flores, el maestro Lucilo Torres Núñez y Hugo Ávila Gómez. La revista contiene un reportaje sobre la historia de la Banda Sinfónica, un artículo sobre el sentido de la música; otro sobre la historia de la música en el Teul y textos breves sobre vivencias de músicos y exalumnos de la Banda Sinfónica Juvenil.
A las siete de la tarde se presentó en el Teatro Parroquial el quinteto de metales Magic Brass, en donde participa Guillermo Berthaúd González, músico teulense surgido de la Banda Sinfónica del Teul. Dos trompetas, un corno francés, un trombón y una tuba, fueron los instrumentos con que se tocó la Marcha Siempre Fieles, Danza Napolitana, Gyspy Rondó, El Fantasma de la Ópera, Adiós Mariquita Lina, el vals Danubio Azul, la Marcha Aída, canciones populares mexicanas y la Marcha de Zacatecas. Un repertorio bien ejecutado. La gente que acudió al teatro resultó complacida con la música bien hecha por los cinco jóvenes que participaron en el Festival del Hijo Ausente y del 30 Aniversario de la Banda Sinfónica del Teul.
A las cinco de la tarde llegó al Teul el equipo de Canal 7, el canal cultural del Gobierno del Estado de Jalisco. El programa de Kiosko en Kiosko se grabaría en el Teul. Y el primer punto elegido fue la taberna de Aurelio Lamas Luna, que ese día hizo una producción de mezcal artesanal, con el mismo método que se acostumbra desde hace cientos de años en esta región.
Por la noche, un río crecido de cientos y cientos de personas recorrió las calles del centro histórico acompañado por la música de la Banda La Skandaloza. La callejoneada típica del hijo ausente fue una fiebre de música, mezcal, alegría y convivencia. Hasta que el cuerpo aguante.

PRESENTACIÓN

La Labor es un espacio común donde podremos encontrarnos con el gusto de platicar, estar informados, revivir recuerdos entrañables, investigar la historia local, rescatar las pláticas de más antes, conocer los últimos acontecimientos, compartir las buenas nuevas y, sobre todo, para tender puentes de entendimiento y comprensión entre personas ligadas al terruño del sur de Zacatecas.

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