Ecos del Festival Cultural del Hijo Ausente y del 30 Aniversario de la Banda Sinfónica Juvenil Teulense
Hugo
Ávila Gómez
La Labor
Comité Pueblo Mágico
En septiembre de 2011 se dio la primera
reunión para pensar cómo celebrar los 30 años de la Banda Sinfónica del Teul. Se
habló de reconocer el trabajo del maestro Lucilo, de valorar la importancia de
la Banda y de buscar la manera de que esa celebración sirviera para ayudarla a
salir de la actual crisis que ahora vive por la escasa asistencia de niños a
los ensayos. Se llegó al acuerdo de hacer un evento de magnífica calidad
artística y cultural. A la segunda reunión asistió el presidente municipal del
Teul y apoyó esta idea. Manifestó que él haría todo lo que estuviera a su
alcance para gestionar los recursos necesarios y que la propia Presidencia
patrocinaría algunos gastos, sobre todo las comidas del Encuentro de Bandas y
las comidas de grupos de música que estuvieran en el Festival. Así quedó
establecida la idea de festejar el 30 Aniversario de la Banda Sinfónica en un
ambiente de convivencia, de fiesta, de actividades artísticas, de diálogo y de
integración de los distintos sectores de la comunidad teulense, de manera que
los festejos permitieran la integración de todas las personas, sin importar
forma de pensar, creencias, situación económica o cualquier otra circunstancia
que en la práctica fomenta desunión entre la población del Teul.
Se realizó un proyecto por escrito en
donde quedaron anotadas algunas ideas que guiarían como objetivos de la
celebración. Se trataba de manifestar nuestros sentimientos de alegría y agradecimiento
por contar una institución educativa musical que cumple 30 años de vida y que
tanto ha aportado a la educación de niños y jóvenes y a la difusión de la
música popular y sinfónica. También quedó establecido el propósito de hacer
memoria del trayecto que ha seguido la Banda Sinfónica Juvenil del Teul, para aprender del pasado, valorar el
presente y reconocer los desafíos del futuro; integrar un grupo de trabajo que
se fije como propósitos promover de manera organizada la difusión, educación y
rescate de la cultura musical entre la población del Teul de González Ortega; promover
la integración e involucramiento de los diferentes actores sociales (alumnos de
la Banda Sinfónica, exalumnos, autoridades, profesionistas, empresarios, amas
de casa, migrantes y ciudadanos en general) para generar ambientes de
participación, colaboración, responsabilidad por el interés público y
reconocimiento de los valores de nuestra comunidad; realizar investigaciones de
la microhistoria de la música del Teul de González Ortega y realizar
actividades académicas de rescate de la historia oral relacionada con la música
y los músicos locales; sensibilizar a la comunidad teulense acerca de la
importancia de la Banda Sinfónica Municipal; fortalecer la identidad teulense,
reconociendo, valorando y sintiéndonos orgullosos de nuestras raíces
relacionadas con la música; crear un producto cultural de buena calidad humana
y artística, para generar flujos de turismo que aprecian el patrimonio
cultural, la historia regional y la música de los pueblos y estimular el interés
por la música y la cultura en niños y jóvenes, para que se propongan ser
personas conscientes del valor cultural y humano del patrimonio histórico.
En las reuniones preparatorias se afirmó
que cuando se habla de eventos culturales lo primero en que se piensa es en traer
grupos artísticos de fuera para que hagan la fiesta. La cultura vista como espectáculo,
en donde el pueblo sólo contempla pasivo. Se vio que no podíamos caer en este
error y que había que buscar que la propia población teulense se involucrara en
la creación artística, en la construcción de sus propios productos culturales,
sin dejar de acudir a manifestaciones artísticas foráneas que enriquecieran el
Festival. Por eso se habló de hacer una revista conmemorativa, de producir un
documental con la historia de la Banda Sinfónica, de invitar al Tamborazo de
Los Torres a tocar como lo hacían antes, de preparar un concierto de los
exalumnos de la Banda, de organizar un Encuentro Nacional de Bandas, donde la
Banda Sinfónica del Teul es protagonista por su calidad y de hacer un desfile y
un baile popular con los grupos y bandas del Teul.
El evento estaba previsto para febrero
de 2012. Justo cuando la Banda cumple 30 años de fundada. Sin embargo, faltó
seguimiento y hubo cierta descoordinación, hasta que el tiempo se vino encima y
fue imposible hacer la fiesta en febrero. Pero la idea y la voluntad de
festejar seguían firmes. Hasta ese momento no se había invitado al maestro
Lucilo a formar parte de la mesa de organización del evento. Un grupo de
compañeros sostenían la propuesta de que la fiesta fuera una sorpresa completa
para él. A fin de cuentas, caímos en la realidad y se le presentó el proyecto y
pedimos del maestro su aprobación para que se le hiciera ese reconocimiento
público y para se involucrara activamente en la organización.
En abril de este año se integró una
comisión, encabezada por el presidente municipal, Marco Aurelio Rivas, y en un
día entero se recorrieron todas las oficinas que fueron posibles visitar del
gobierno del Estado y de la Universidad Autónoma de Zacatecas. Ahí se logró simpatía
de los funcionarios por la propuesta y la promesa de patrocinio económico del
Festival.
Lo demás fue concretar cada uno de los
eventos, hacer la revista, producir el documental y preparar la publicidad y
demás detalles de la fiesta. Cuatro meses de gestión, llamadas, acuerdos, espera
de los recursos prometidos y cierta presión para que el presupuesto fuera
llegando.
Fue un acierto haber enlazado la
celebración de los 30 años de la Banda con la Fiesta del Hijo Ausente. En
febrero no hubiese venido la gente que estuvo presente en la primera semana de
agosto. Quizás dos mil personas visitaron el Teul. Público que de manera escalonada
asistió a la diversidad de eventos que se realizaron a lo largo de los días que
duró el Festival.
Una persona originaria de un pueblo
vecino afirmó: “¿Cuándo organizaremos algo igual en nuestro pueblo? La gente
del Teul sí que se destaca entre las personas de la región. Aquí hay algo
especial”.
El director de cultura de otro municipio
de los alrededores estuvo viniendo al Festival para aprender de los teulenses.
Miraba con atención lo que sucedía en los distintos actos del programa de festejos
y hacía preguntas acerca de lo que quería saber o sobre lo que sentía
curiosidad.
Es digno de comentar algunas afirmaciones
dichas por muchas personas que estuvieron de visita en el Teul: “En las
ciudades la vida es agitada, colmada de tensiones, se vive de prisa, el trabajo
ocupa la mayor parte del tiempo. Su pueblo es bonito, precioso. Lo han sabido
cuidar. En materia de cultura e historia tienen mucha tela de donde cortar.
Aprovechen. Lo que más nos gusta también es la tranquilidad del Teul. Caminando
por entre sus calles se siente paz y descanso. Aquí se respira el sosiego que
necesita el espíritu”.
El conductor de un programa de la
televisión cultural de Jalisco llegó a decir: “Pero si ustedes viven en un
palacio. Cosa de llegar al pueblo y todas las calles impresionan. Estas casas
altas. Sus portadas de cantera. Me siento caminando en un palacio”.
La inversión que se hizo en este
Festival fue importante. El gobierno de Zacatecas y los patrocinadores de la
iniciativa privada invirtieron casi en cantidades iguales para permitir la
programación de actividades que combinaron la presentación de eventos con
artistas de fuera y la presentación de creaciones propias de la gente del Teul.
Esperamos haber cumplido los propósitos
de hacer memoria, de hacer visible el trabajo de la Banda Sinfónica del Teul,
de recibir a los hijos ausentes de una manera digna, de propiciar la creación
cultural y de celebrar de una manera digna.
Como se dijo en algunos eventos públicos:
nos dio gusto ver tanta gente de visita. Fueron bienvenidas todas las personas
que compartieron su tiempo con nosotros. Esperamos que el ambiente de fiesta y
de convivencia haya alegrado su corazón. Esperamos que la belleza, la
tranquilidad, la comida, la bondad del Teul y su gente hayan agradado a quienes
nos visitaron.
El pasado del Teul es de grandeza. Su
historia, su entorno natural y su rica cultura lo muestran. Esa grandeza es
nuestro porvenir. El Teul es tierra de oportunidades. El rescate y valoración
de nuestra cultura serán el cimiento para invitar a visitantes de la región,
del país y del extranjero a visitar nuestra tierra a lo largo de todo el año.
Nuestra confianza es que el turismo, a partir de cuidar lo nuestro, sea el eje
para muchas personas se animen a emprender negocios que despierten la vida
económica y social del Teul. Hostales, posadas, fondas, restaurantes, tiendas
de productos locales, puntos de creación de servicios a los turistas. Es tiempo
de creer en el futuro teulense.
LIC. HUGO AVILA MUCHAS FELICIDADES POR ESTAS PALABRAS TAN EMOTIVAS ESPERAMOS QUE ESTE SEA EL COMIENZO DE MUCHOS AÑOS DE CELEBRACIÓN Y ADEMAS QUE SE VAYA HACIENDO UNA TRADICIÓN CELEBRAR LOS ANIVERSARIOS DE LA BANDA SINFÓNICA JUVENIL TEULENSE
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