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domingo, 30 de diciembre de 2012

Grupo Santiago: cantamos para ayudar a recuperar la autoestima del pueblo mexicano



Grupo Santiago. Foto: Selso Romero González, vigía del patrimonio cultural del Teul


“Estamos maravillados por la arquitectura y la calideza de la gente del Teul”: José Favila Flores


La Labor
Vigías del Patrimonio Cultural del Teul
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Teul de González Ortega, 29 de diciembre de 2012.- “Nos han hecho creer a los mexicanos que afuera están quienes saben hacer bien las cosas. Nos tratan de convencer de que en Japón, en Alemania, en Estados Unidos están quienes sí son eficientes y son talentosos. Y la consecuencia lógica de esta mentalidad es que hay que imitar a los que sí saben. Y buscamos remedar su forma de hacer, de vivir, de pensar, de trabajar, de hacer arte, de hacer música. En olvido de lo propio. Esa es la necesidad de estudiar la música tradicional mexicana. La necesidad de volver a las canciones, las letras y los ritmos con que vivieron las generaciones anteriores. Ahora, con el afán de voltear hacia lo extraño, hemos dado un poco la espalda a la tradición mexicana de hacer música, por eso nació el grupo Santiago, para indagar, documentar y divulgar la música folklórica. Con nuestro trabajo lo que hacemos es devolver al pueblo lo que es suyo, pero ya no recuerda, porque fue patrimonio cultural de sus ancestros y ahora lo hemos extraviado un poco. Pero no para siempre. Con ello, tratamos de devolver la autoestima a la gente que nos escucha y con quien dialogamos”. Son las palabras que sintetizan el pensamiento de don José Favila Flores, director del Grupo Santiago, música tradicional mexicana, que hoy sábado 29 de diciembre se presentó en el Teul de González, como parte de las actividades de la VI Feria del Mezcal.


El concierto empezó con un poco de retraso porque en el trayecto de Querétaro al Teul se les descompuso el vehículo en Magdalena, Jalisco, y tuvieron que tomar un taxi para asistir a la presentación prevista a las ocho de la noche en el Teatro del Pueblo.


Una vez en el escenario empezaron a mostrar los caminos por donde transitan en su recorrido por todos los rincones del México tradicional. La primer pieza fue Mañanas al cura Hidalgo, un corrido de la época de la Independencia, de Guadalupe, Zacatecas. Letra y música del siglo XIX y encontrada al paso de las investigaciones del maestro José Favila Flores, quien antes de la canción hace una explicación para ubicar el contexto y el sentido de la melodía, en este caso un corrido zacatecano.


Luego vino Amarga Navidad del inolvidable José Alfredo Jiménez. La tercera pieza fue Canto de pastorela, una canción del género cardenche, que se usa en Durango y el norte de Zacatecas, en municipios como Juan Aldama y el antiguo San Miguel de Mezquital, Zacatecas, que actualmente lleva el nombre de Miguel Auza, pueblo en donde surgen los antecedentes familiares de don José Favila, pues de ahí era originario su padre. “Qué bello es el campo/qué bellas las flores/qué bello es el canto de los ruiseñores./Sobre el horizonte la sombra camina/la paz saludamos de la Palestina/Agua cristalina transparente hielo/Dichoso que viene el rey de los cielos”.


Siguió el estilo alegre del huapango queretaro con la versión de don Pedro Rosa del Querreque. Pedro Rosa fue un cantor popular, originario de Xilitla, San Luis Potosí, aficionado al alcohol y en esta canción adelantó su destino:


Me encontré con la huesuda

sin saber que era la muerte

sin saber que era la muerte

me encontré con la huesuda

me dijo la testaruda

no bebas el aguardiente

vas a morir de una cruda

que amarga será tu suerte

Querreque, querreque…



Chilpayatito Dios, siguió en el turno del Grupo Santiago, un estilo popular de hacer, siguiendo el estilo de los coros polifónicos de las órdenes religiosas de la época colonial que cantaban en latín, sólo que el pueblo tomó esta forma polifónica, sin instrumentos musicales, para cantar sus temas y verbalizar sus sentimientos.


Chilpayatito Dios,
tunita fresca,
capullito de algodón,
México está de fiesta.

De fiesta, de fiesta,
México está de fiesta.


El público estaba concentrado, atento, siguiendo con emoción esta experiencia de retroceder en el tiempo y escuchar la música que quizás oían sus abuelos y bisabuelos. El grupo Santiago, por su parte, estaba completamente volcado en tocar los estilos originales de cada región y con los instrumentos propios de cada género. Lo cual es explicado en forma clara y sencilla a los asistentes a los conciertos.


La siguiente canción fue El herradero, una canción  bravía y enjundiosa, que exalta los ánimos y desprende estallidos de júbilo campesino. Vino enseguida La Mariquita, un son calentano de la región de Michoacán, Guerrero y sur de Jalisco. Luego, un corrido de la época de la Revolución de 1910, La toma de Zacatecas, que narra la hazaña de la División del Norte que con su triunfo selló el fin del gobierno de Victoriano Huerta.


Después, otras canciones más conocidas del folklor mexicano: Me he de comer esa tuna, Que se me acabe la vida. Siguió La Guacamaya, un jocoso y movido son jarocho que se conduele de la pobrecita guacamaya que se le acabaron las pitayas y sabe qué comerá; pobrecita guacamaya, que le cortaron las alitas y sabe cómo volará. “Vuela, vuela, vuela palomita/si me has de querer mañana/vámonos queriendo ahorita/ Vuele, vuela/vuela pa´ la playa/por el camino nos vemos/cantando la guacamaya”. Este son, explicó al auditorio el maestro José Favila es, por lo menos, de la segunda mitad del siglo XIX.


En un intermedio musical, el maestro José Favila expresó su admiración por el Teul, pueblo que apenas conocen en esta visita: “Estamos maravillados con la arquitectura y con la calidez de la gente del Teul. El nombramiento de Pueblo Mágico es bien merecido, tienen todo lo que tienen los pueblos mágicos. Y qué bueno que cuidan este nombramiento con eventos culturales como éste”.


El programa cerró con Flor de azalea y El venadito, dos conocidas canciones del repertorio de la música popular mexicana.


Y así transcurrió un concierto didáctico, en donde el Grupo Santiago recreó la diversidad de géneros y de estilos de la música regional y tradicional de la República Mexicana.

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