Con el fin de fomentar la unidad familiar, la práctica del deporte y el conocimiento de los sitios naturales del Teúl, el club de ciclismo MTB, en coordinación con el DIF Municipal, el domingo 19 de junio organizó un paseo ciclista por el Día del Padre.
A pesar de que los organizadores esperaban la participación de más niños y de sus respectivos papás, puesto que invitaron a los alumnos de las tres primarias del Teúl, quienes asistieron al paseo ciclista lo hicieron con mucho entusiasmo y coraje deportivo, porque la vuelta no fue fácil. El arranque fue de la Plaza de Abajo. De ahí dieron una vuelta por todo el pueblo, para salir con rumbo a la Presa La Aticuata. El recorrido continuó más allá de la Presa, hasta llegar al cruce que lleva a Los González. Ahí se internó el grupo de ciclistas por agostaderos donde sólo transitan caballos y personas a pie. Del camino a Los González el grupo salió por El Nene y por el camino real que conduce hasta la carretera a Zacatecas.
El recorrido terminó en la Unidad Deportiva "Ramón López Velarde", con una comida patrocinada por el DIF Municipal.
Llamó la atención la determinación de los niños que hicieron un recorrido que duró cerca de tres horas, incluidos pequeños descansos para tomar aire o para esperar a los más rezagados o a quienes tenían alguna complicación mecánica. De todo el grupo sólo fueron dos los niños quienes pidieron suspender el pedaleo para pedir apoyo y subirse a la camioneta que transportaba el agua y las pertenencias de los excursionistas.
Todavía más sorprendente fue el caso de dos niños de seis años que aguantaron la jornada completa pedaleando su pequeña bicicleta, en compañía de sus respectivas mamás que permanecieron a su lado en todo el recorrido. Ni las subidas, ni el fuerte sol de mediodía, ni el cansancio, hicieron que se doblara su voluntad de continuar la carrera entera, hasta llegar a la meta que fue la Unidad Recreativa Ramón López Velarde, donde se ofrecieron tacos de frijoles guisados y carne molida, comida preparada en el DIF Municipal, como apoyo a esta iniciativa del club ciclista MTB.
Al final, los niños quedaron encantados con esta experiencia de viaje, de aventura, de someterse a la prueba de la distancia, el cansancio, el sol inclemente de mediodía. "Estuvo muy chido", fueron sus comentarios espontáneos. "Yo sí me animo a volver, y ahorita mismo", dijo Reginaldo, ya muy envalentonado por su hazaña de pedalear tres horas continuas.
Sin duda, este paseo fue una experiencia emocionante y que significó una profunda alegría para todos los niños, jóvenes y adultos que participaron.
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